LAGO DE LOS CISNES, PUESTA EN ESCENA DE MARIELA GONZALES

 

Juan Bautista Parada y Julieta Paul, del Ballet del Teatro Argentino de La Plata -
Fotografía: Carlos Villamor

Mariela Gonzalez pone en escena esta obra, con invitados especiales del Ballet del Teatro Argentino de La Plata, Julieta Paul y Juan Bautista Parada

Miércoles 28 y jueves 29 de septiembre a hrs. 19:30 en el Teatro Municipal

 “Alberto Saavedra Pérez” de La Paz 

  

Lago de los Cisnes es una obra emblemática en la historia de la danza clásica, que junto a la inmortal música compuesta por el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, se constituye en una pieza imprescindible del repertorio universal.

En esa oportunidad, será el Estudio Dance “Mariela Gonzáles” (EDMG), que con motivo del festejo de su 23 aniversario de actividad ininterrumpida, pondrá en escena esta obra, los días miércoles 28 y jueves 29 de septiembre a hrs. 19:30 en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”.

La obra está compuesta por cuatro actos y un argumento que incorpora elementos de la mitología y leyendas de la cultura escandinava, cargados de un profundo simbolismo que subyacen en esta historia de fantasía.

Se destaca en esta propuesta de Mariela González, la invitación como protagonistas de dos primeros bailarines del Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata,  Julieta Paul (Odette) y Juan Bautista Parada (Sigfrido), además de la primera bailarina de este Estudio, Vera Zuazo, que interpretará el papel de Odile. En roles de solistas participan Diego Álvarez en el papel del hechicero Rothbart, además de Lucas Bandin, Alejandra Ibáñez, Sharloth Unzueta, Madeleine Yapur, Renata López, Tamara Barragán, Laura de la Vía y Carla Nelly Ibáñez. El cuerpo de baile lo conforman las estudiantes de niveles avanzados del EDMG.

La coreografía original pertenece a Marius Petipa y Lev Ivanov, la misma que en el devenir del tiempo ha sufrido adaptaciones y cambios como ser, por ejemplo, en el caso del doble rol Odette/Odile que en otras versiones lo ejecuta la misma bailarina. Otro elemento que suele variar de una versión a las otras, es el final, donde algunas veces termina en tragedia (donde mueren Sigfrido y Odette) y en otras en final feliz, donde éstos derrotan a Von Rothbart, el hechicero.  

Elementos centrales del argumento

La obra  narra la historia de amor imposible entre el príncipe Sigfrido y Odette; una joven reina convertida en cisne junto a toda su corte como consecuencia del hechizo del malvado Von Rothbart.

El argumento, característico de la época Romántica del ballet,  recrea la lucha entre el bien y el mal dentro de un universo marcado por la fantasía. El mago Von Rothbart quien se enamora de la noble joven, desata su furia la sentirse rechazado por ésta y la convierte en cisne, (Odette). La protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, la joven hechizada y Odile, el cisne negro, e hija del brujo.

Un poco de historia sobre la obra

La obra fue encargada por el Teatro Bolshói en 1875 y se estrenó en 1877, cuando la primera presentación tuvo lugar en el Teatro Bolshói de Moscú con la coreografía de Julius Reisinger,  la que en su momento no fue bien recibida por el público. Tuvo que pasar un tiempo hasta que fuera encargada a Marius Petipa y de Lev Ivanov para ser presentada en 1895, logrando la nueva coreografía el éxito que la llevó a convertirse en una de las obras más emblemáticas en la historia de la danza clásica.

En la actualidad es difícil constatar cuántas versiones se hicieron de este ballet o cuántas existen aún, y que forman parte de repertorios de numerosas compañías del mundo. Bailarines de la talla de Anna Pávlova y Rudolf  Nuréyev han dejado su huella como protagonistas de esta magnífica obra.

Destacados solistas argentinos en escena

Para llevar a cabo el montaje de esta obra, Gonzáles, quien fuera primera bailarina del Ballet Oficial de Bolivia (1991-2006) y Directora Artística de la misma compañía,  graduada del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, comenta que decidió invitar a destacadas figuras del ballet argentino, compañeros suyos del Instituto del Teatro Colón, y amigos personales, para celebrar las más de dos décadas de creación de su estudio de danza.

Julieta Paul- Fotografía Carlos Villamor 

Julieta Paul (Odette)

Destacada figura del Ballet del Teatro Argentino de la Plata desde 2005. Realizó sus estudios de especialización Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Integró el Ballet Neoclásico de Buenos Aires ese mismo año y en 1997 fue seleccionada por la maestra Loipa Araujo para perfeccionarse en el Ballet Nacional de Cuba.  En el año 2001 ingresa al Ballet Argentino dirigido por Julio Bocca.

Participó en certámenes donde obtuvo la medalla de oro, tales como Concurso Latinoamericano de la Danza (medalla de oro 1992 y 1993) y en el Festival Bento en Danza (medalla de oro 1996). En 2009 es nominada como Figura de la Danza para los premios Clarín.

Juan Bautista parada, Primer bailarín del Ballet del Teatro Argentino de La Plata

Juan Bautista Parada (Sigfrido)

Primer bailarín del Ballet del Teatro Argentino de la Plata, Parada se formó con Noemi Coelho, Jorge Olguín y Gabriela Marcolini. Participó como invitado en algunas obras del Teatro Colón de Buenos Aires, formó parte al Ballet Concierto de Iñaki Urlezaga, con el que actuó realizando giras por Argentina y Centroamérica. Al igual que Julieta Paul, es su segunda visita a Bolivia, como invitado especial del EDMG.

Vera Zuazo - Fotografía Horacio Cavalleri

Vera Zuazo (Odile)

Bailarina boliviana, inició sus estudios con Jeannette Inchauste, continuó su formación con Mariela Gonzáles con quien se graduó. Posteriormente, fue becaria por dos años en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Bueno Aires, posteriormente realizó talleres intensivos en Salzburgo, con Peter Brewer, donde tuvo la oportunidad de tomar clases magistrales con Maya Plisetskaya y Cynthia Gregory, dos celebridades del mundo del ballet. Desde 2006 es la primera bailarina del elenco de Gonzáles.

El desafío de Lago de los Cisnes

Poner en escena e interpretar una obra como esta no es tarea fácil, ya que implica una serie de desafíos, en varios sentidos: En primer lugar, se presenta el reto de encontrar una fluidez entre drama y baile, así como la unidad entre todas las partes de la obra. La transición que debe ocurrir en las atmósferas, entre el ambiente realista de los actos primero y tercero, y la atmósfera misteriosa y mágica de los llamados “actos blancos”, es otro reto.

En la parte técnica e interpretativa, para el cuerpo de baile, se presentan también dificultades desde el punto de vista técnico e interpretativo, pues se tiene en la obra bailes populares de carácter como en el primer acto donde se debe mostrar brillantez y naturalidad; en cambio, ya en los “actos blancos” como cisnes deben encarnar a unos seres encantados sumidos en la melancolía, que se desplazan en una coreografía basada en líneas, diagonales y triángulos, donde debe darse una perfecta formación y donde los movimientos deben estar absolutamente sincronizados, dando cuenta de dinamismo, acción, y en otros momentos, fuerza,

Para los principales protagonistas, este ballet representa del mismo modo, un reto en ambos sentidos: interpretativo y técnico. Cuando el caso se da de que en la versión donde Odette y Odile, las interpretan bailarinas diferentes, como en esta ocasión en la versión que repone Gonzáles, buscaremos entonces una Odette, delicada y frágil, con movimientos sutiles, de líneas suaves y una interpretación del papel de una joven inocente que expresa sentimientos de pureza y de nostalgia (sobre todo cuando baila de cisne encantado). En cambio para la bailarina que hace de Odile, los rigores son otros: el brío, líneas firmes y movimientos consistentes a la vez seductores como maléficos. Y en el Pas de deux de “El Cisne Negro” de gran brillantez técnica e intenso dramatismo, la bailarina debe mostrar su virtuosismo, que tienen su cúspide en los dinámicos treinta y dos fouettés (giros sobre una pierna, impulsados con la otra), usados tradicionalmente como patrón para medir el desempeño técnico. No menos dificultades tiene el bailarín protagonista que en su variación, de igual modo, debe mostrar un gran manejo técnico e interpretativo.

Hay una gran expectación en ver este trabajo y apreciar la calidad de los solistas. El público espera ansioso que llegue el día del estreno.