En el mes de la Danza: “Noches en línea clásica”, mostró a los mejores exponentes de este género en Bolivia

El mes de la danza, que año tras año aglutina a artistas de este arte en sus diferentes géneros, tuvo como parte de su programa dos presentaciones dedicadas a la danza clásica. “Noches en línea clásica”, se denominó la propuesta que estuvo a cargo de la conocida coreógrafa y formadora Noreen Guzmán de Rojas, quien tuvo la virtud no sólo de reunir a bailarines, coreógrafos y maestros que cultivan el arte de la danza clásica, sino que fue también una oportunidad para tomar el pulso o conocer el “estado del arte” de este género de la danza en La Paz.

El encuentro tuvo lugar en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez de la ciudad de La Paz, los días 29 y 30 de octubre, donde compartieron escenario aproximadamente 70 bailarines entre estudiantes y profesionales. Estuvieron presentes los principales centros de formación como ser la Escuela del Ballet Oficial, CAP Escuela de Danza, Estudio Dance “Mariela González” y la Escuela de Danza Mandala; los elencos profesionales de ArteMóvida, “La Compañía”, Ballet Clásico-Contemporáneo San Andrés (UMSA), Compañía de Danza Gaviota, el grupo Da Capo, y bailarines solistas independientes tales como Paulette Machicado y Mauricio Zenteno.

Fotografías: Gentileza de Javier Ishino 

Mauricio Zenteno y Paulette Machicado en el Pas de Deux, 3er. acto de "La Bella Durmiente"

Una generación de buenos bailarines en escena

En primer lugar, se destaca que en la actualidad se cuenta con una generación de artistas que trabajan en danza clásica que brillan por un buen dominio técnico, expresividad, sensibilidad y talento artístico innegables, permitiendo evidenciar que en los últimos años, también una generación de maestras y maestros, ha venido trabajando correctamente en el campo de la formación. 

Paulette Machicado, Fernanda Arteaga, Fabricio Ferrufino, Mauricio Zenteno, Milán Aguirre, Vera Zuazo, Lucas Bandin, Truddy Murillo, Steffi Soria Galvarro y Sara Revollo, son los bailarines profesionales que se destacaron en este encuentro por su calidad técnica como interpretativa. No quisiera dejar de mencionar a Carolina Mercado (que no se presentó en esta ocasión, debido a una lesión) y Andrea Escóbar, quien desarrolla su carrera como solista en compañías en el extranjero, y que también forma parte de este puñado de bailarines profesionales solitas de muy buen nivel.

Lucas Bandin 

Fernanda Arteaga, en  "Retorno imaginario" coreografía Noreen Guzmán de Rojas 

Fabricio Ferrufino en "Concierto", coreografía de Norma Quintana

Milan Aguirre en "Corsario"

Las obras

Con el convencimiento de que la danza de línea clásica y neoclásica, al ser lenguajes y medios de expresión que tienen una larga tradición, y que permiten también la experimentación, pudimos apreciar las propuestas como las de Norma Quintana, con las obras “Trio”, con música de Francisco García de Castro; y, “Concierto” de Astor Piazzola, siendo esta última la que cerró la temporada con broche de oro, pues se trató de una obra muy bien desarrollada desde el punto de vista coreográfico, ya que tuvo la virtud de ser fluida, ágil, así como sobria e intensa.

"Trio" coreografia de Norma Quintana

Con ese enfoque también, Noreen Guzmán de Rojas presentó “Retorno Imaginario” con música de compositores bolivianos como Ramiro Soriano, Gastón Arce y la interpretación de Voz Abierta. La coreógrafa desarrolló en esta obra la temática de la memoria, con imágenes del subconsciente cargadas de simbolismos y con un toque surrealista e intimista, valiéndose de la fusión de estilos, entre el neoclásico y contemporáneo, rompiendo, si se quiere, con la mera representación o exhibición de virtuosismo, y poniendo énfasis más bien en la interpretación.

Otra de las obras que sorprendió y gustó al público fue “Misa Criolla”, con música de Ariel Ramírez y coreografía de César Paco, director de la compañía de la UMSA. La creación de Paco tuvo momentos muy bien logrados, desde el punto de vista coreográfico, con un buen manejo del espacio, y con imágenes que correspondían adecuadamente al carácter de esta obra musical cuya esencia es la combinación de lo religioso-espiritual con elementos folklóricos.

“Frida” de Truddy Murillo, siguiendo su tradicional sello de crear obras con temáticas y música latinoamericana, con ésta volvió a seducir al público con el personaje elegido como inspiración, Frida Kahlo que le sirvió a esta creadora para expresar su característica fuerza y su particular encanto. Con un grupo de 14 mujeres, que personificaban a la diva mexicana, y con música de Lila Downs y Chavela Vargas, logró crear el clima deseado, sin embargo desde el punto de vista coreográfico, no hubo un tratamiento muy esmerado.

Una grata sorpresa fue la presentación de un trio de jóvenes bailarinas que conforman el grupo “Da Capo”, con Fernanda Arteaga, Camila Bruckner y Adriana Ruiz, que hicieron sus primeras armas en el campo de la coreografía y presentaron una creación colectiva denominada “Verse”, con música de Erick Satie y Astor Piazzola, mostrando más aciertos que desaciertos.

Reposiciones de fragmentos de obras clásicas

Variados pas de deux, de famosas obras clásicas permitieron que los bailarines mostraran su dominio técnico y sus habilidades como intérpretes. El público disfruta y recibe con agrado cuando las piezas son correctamente ejecutadas, ya que en el ballet clásico, son los pas de deux, donde los bailarines exhiben su virtuosismo. En éstos se destacaron Paulette Machicado y Mauricio Zenteno, con el pas de deux del tercer acto de “La Bella Durmiente”, así como la variación e interpretación que hizo Milán Aguirre en el pas de deux de Corsario. El fragmento “Copos de nieve” del ballet “Cascanueces”, a cargo de Magaly Rodríguez, fue otra de las obras muy bien logradas, a la que le siguió Flores de Jazmín y Sitaki, dirigida por Mariela González.

Una certeza que nos deja esta muestra es que el lenguaje de la danza clásica como medio de expresión y espacio de experimentación está vigente en nuestro medio y continúa nutriendo y aportando al desarrollo de la danza escénica en Bolivia.