DANZÉNICA SE CONSOLIDA COMO UN ESPACIO PARA EL DIÁLOGO, LA REFLEXIÓN Y EL ENCUENTRO

Danzénica, que inauguró la noche del viernes 4 de octubre en el Centro Cultural Utópica,  y que continúa hasta el 9 del presente mes, se consolida en esta su 8va. versión, como un espacio para el diálogo, la reflexión, el encuentro, y el goce de los amantes de la danza.

Simbiosis - Fotografía: Archivo Danzénica

Más allá de si gusta o no gusta a todo el mundo la danza contemporánea, cuando es el resultado de un trabajo serio, tiene la capacidad de sorprender, abrirnos a la reflexión sobre cuestiones de la existencia, o para brindarnos la energía de unos cuerpos vibrantes, que nos permiten entregarnos al gozo y el entretenimiento.

Unas primeras impresiones, en esta entrega,  a modo de un breve recuento de lo que nos regaló Danzénica en la inauguración del Festival, la noche del viernes, con la participación de tres importantes elencos, dos de Bolivia y uno de Brasil: El Taller Experimental de Danza de la Universidad Católica Boliviana – TED (La Paz, Bolivia); la Compañía Carne Agonizante (Sao Paulo, Brasil); y, la Compañía La Lupa (Cochabamba, Bolivia)

Simbiosis, la obra presentada por el TED, coreografiada a tres manos, por Camila Bilbao la Vieja, Fabricio Ferrufino y Norma Quintana, expuso una suerte de diálogo, entre tres géneros o lenguajes distintos de danza: el clásico, el jazz y el contemporáneo, exigiendo un enorme despliegue y esfuerzo del grupo de bailarines -todos dotados de buen manejo técnico. Este ménage à trois coreográfico, resultó un acierto, ya que se pudo apreciar que cada uno de los coreógrafos pusieron sus mejores armas, tanto en el uso del espacio como en las exigencias técnicas de los y las ejecutantes, otorgando a la obra un gran dinamismo y permitiendo un goce estético en el público. La propuesta que nos muestra las posibilidades de una genuina hibridación, nos conduce también a la remembranza de viejos tiempos en los que existía un supuesto desencuentro o rivalidad entre los diferentes géneros de la danza, contradicción hoy en día superada.

La segunda obra, Eu em Ti , de la Compañía Carne Agonizante, bajo la dirección, concepción y coreografía de Sandro Borelli, está inspirada en un poema de Adalgisa Nery, que lleva el mismo nombre. Ejecutada por un dúo de bailarines dotados de un gran manejo corporal, quienes unidos de principio a fin de la obra, por un beso interminable, contorsionaban sus cuerpos y se movían en una dimensión temporal, lenta y cadenciosa, para poder expresar un continuum, un sentimiento amoroso, infinito y eterno, mas que en su repetición, como expresión de algo rutinario, se pudo advertir que hasta el gesto más sublime y amoroso puede convertirse en algo sofocante, cuando no existe espacio en una relación. Borelli con esta obra nos provoca y nos conduce a reflexiones sobre el amor, el espacio del otro, y otras cuestiones sobre las cuales el espectador puede dilucidar también libremente.

En el cierre de la noche, se presentó la compañía La Lupa, con la obra 5 Transeúntes, bajo la dirección de Carmen Collazos, donde asistimos a una suerte de divertimento, que sin mayor pretensión intelectual ni de problematización existencial, nos brindó una experiencia de gozo del movimiento por el movimiento, de juegos y combinaciones en el espacio, utilizando sencillas herramientas, y derrochando gracia y sentido del humor. 

Tres obras dignas de la apertura de un Festival que ya es patrimonio de esta ciudad, que permite que la danza contemporánea continúe viva, sea enriquecida con el encuentro e interacción entre sus participantes, esta vez provenientes de seis países: Argentina, Bolivia, Colombia, Brasil, España y Francia. El Festival continúa hasta el 9 de este mes en diferentes espacios, entre ellos el Centro Cultural Utópica y el Teatro Doña Albina del Centro Cultural Simón I. Patiño de La Paz.